"Historia del chico que aprendió a memorizar como un pez"


Es cierto sí, los peces tienen una memoria de segundos, y puede parecer una putada pero, yo creo que no, es más, me parece maravilloso. Un pez puede olvidar lo que acaba de ver, por lo tanto, aunque lo vea mil veces siempre lo mirara como si fuera la primera vez, fascinante verdad. Pues bueno una vez aclarado esto, ahora viene lo verdaderamente importante. La historia del chico que aprendió a memorizar como un pez.

No, él no tenía ni idea de lo que era mirar a alguien como si fuera siempre la primera vez, se quedo perplejo cuando por primera vez en su vida miraba su cara repetidamente sin pausas y seguía contemplándola con mas ímpetu, con mas amor. Como si cada vez que se cruzara en su campo visual fuera la primera vez.
Porque si, porque simplemente esta tan elevadamente enganchado a su silueta, su pelo, su ser, que cuanto mas la disfruta mas aun descubre un mundo totalmente nuevo para él. Gracias a ELLA consiguió, sin proponérselo, aprender a encontrar cosas nuevas cada minuto, a sentirse como un pez al que le embelesa el mundo cada segundo, porque el mundo le ofrece siempre cosas nuevas limitándole su memoria. ELLA es su mundo y, aunque no le limite su memoria, le hace sentir como un pez, porque cada muy poco le ofrece cosas totalmente nuevas en su entorno alrededor de su órbita.
Sabe que cada mañana al despertarse no va a ser un día cualquiera porque es un día con ELLA, a su lado, un día en el que puede pasar cualquier cosa y en el que puede descubrir cualquier cosa. Cómo se va a aburrir de su par si cada porción de tiempo que pasa con ELLA hay algo nuevo que se le ofrece sin que se le pida nada a cambio, es feliz y habría que estar loco para aburrirse de la felicidad. El la ama como el pez ama al mundo, la quiere como si siempre fuera la primera vez, la mejor vez de todas, la vez en la que uno se queda más ojiplático que nunca, porque ELLA hace que siempre le invadan sensaciones nuevas cuando la toca, la mira, la respira, la bebe, cada vez que la ama...
Nada por cada rincón de su cuerpo, de su ser, descubriendo en cada escurrida, un mundo nuevo dentro de su propio mundo. Es un pequeño pez adentrándose en los confines mas profundos e increíbles que jamás haya explorado nadie antes en ese planeta que le ha enamorado y maravillosamente cegado con un velo transparente y delicadamente suave con un pequeño aroma tan adictivo como el propio aire.
Conclusión: No hay amor mas puro que el amor de un pez al mundo. El amor que es imposible que se desgaste porque todo siempre es, COMO LA PRIMERA VEZ.

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